La persecución en contra de sacerdotes y religiosos católicos de todo el mundo se agravó en 2023, según reportó la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés). Nicaragua, Bielorrusia, China y Nigeria encabezan la lista de los países en donde es más peligroso para los consagrados ejercer su ministerio pastoral.
En total, 132 sacerdotes y religiosos fueron detenidos, secuestrados o asesinados durante el año pasado; un número que superó a la cifra registrada por ACN en 2022, que había sido de 124 casos.
Un total de 14 clérigos fueron asesinados en 2023. Siete de las muertes, indica ACN, se produjeron en “situaciones poco claras o no directamente relacionadas con un incidente confirmado de persecución”. Entre los fallecidos se cuentan un obispo y un sacerdote de los Estados Unidos; sacerdotes de Colombia, México, Nigeria y Burkina Faso; además de un religioso en Camerún.
Nigeria lidera la lista de muertes directamente relacionadas con la persecución religiosa, con tres asesinatos. Además, durante los últimos días de diciembre de 2023, cerca de 200 laicos cristianos fueron asesinados a manos de pastores musulmanes de la etnia fulani en 26 aldeas del país africano.
En Nicaragua, 46 clérigos estuvieron detenidos en algún momento del año pasado, como mecanismo de represión de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo en contra de la Iglesia Católica, por el afán que tiene la institución de “denunciar injusticias y violaciones de los derechos humanos o, simplemente, por intentar actuar libremente”, explica ACN.
A finales de diciembre de 2023, los ataques de Ortega en contra de la Iglesia Católica se hicieron más intensos, secuestrando a 19 sacerdotes en pocos días —como Mons. Isidoro de Carmen Mora Ortega, Obispo de Siuna—, de los cuales aún 17 siguen en detención.