Episcopados, congregaciones y laicos en todo el mundo se han unido en oración en respuesta a la crisis que estalló el 9 de enero en Ecuador, cuando diversos grupos delincuenciales desencadenaron una ola de violencia que afectó varias ciudades, incluida la capital, Quito.
Durante la jornada de terror, las bandas criminales ocasionaron la muerte de 10 personas, tomaron el canal TC de Televisión cuanto transmitía en vivo y atacaron universidades y otras instituciones. En Guayaquil, epicentro de la violencia, se suscitaron incidentes de robos, saqueos y tiroteos en áreas comerciales.
En respuesta, el presidente Daniel Noboa declaró la nación en “conflicto armado interno” y ordenó a los militares “neutralizar” a los criminales. Además, ha clasificado a 22 bandas “del crimen organizado transnacional como organizaciones terroristas y actores no estatales beligerantes”.
Los actos de violencia ocurrieron después de que el presidente decretara el estado de excepción el lunes 8 de enero, en respuesta a episodios de violencia ocurridos en seis cárceles. Dichos incidentes involucraron secuestros de policías y la fuga de los líderes de dos prominentes bandas delictivas.
En medio de este panorama desolador, los católicos en el mundo se han unido para orar por la paz en Ecuador.
Desde México, el Episcopado se solidarizó con lo ocurrido y aseguró las plegarias de los católicos en ese país: “Que Santa María, Virgen de Guadalupe, interceda por todos”, indicó el 10 de enero.