Este miércoles 10 de enero, el Papa Francisco recibió en el Vaticano a los representantes de “DIALOP”, un proyecto de “diálogo transversal entre socialistas/marxistas, comunistas y cristianos”, cuyo objetivo es “formular una ética social común”.
Asimismo, persigue proponer esta ética como una nueva narrativa “para una Europa en busca de identidad, con una ecología integral entre la Doctrina Social de la Iglesia y la crítica social marxista en su centro”.
Al comienzo de su discurso, el Papa Francisco se refirió a esta iniciativa como “un buen programa” que promueve “el bien común” y les animó a no perder “la capacidad de soñar con un mundo mejor”.
“Cuántas veces, —expresó el Papa Francisco— a lo largo de los siglos, los grandes sueños de libertad e igualdad, de dignidad y fraternidad, espejo del sueño de Dios, han producido avances y progresos”.
En este sentido, le recomendó trabajar en lo que definió como “tres actitudes válidas para vuestro compromiso: el coraje de romper moldes, la atención a los débiles y la promoción de la legalidad”.
El Pontífice les invitó a cultivar “la confrontación y la escucha con el corazón abierto, sin excluir a nadie, a nivel político, social y religioso, para que la contribución de cada uno pueda, en su peculiaridad concreta, ser acogida positivamente en los procesos de cambio a los que está ligado nuestro futuro”.