Más de 6 millones de fieles participaron este martes 9 de enero en la procesión del Nazareno Negro en Manila, la devoción más grande e importante de Filipinas, el país con más católicos del continente asiático.
Este año la procesión tuvo una importancia mayor a la habitual, dado que fue la primera que se realizó normalmente tras las restricciones por la pandemia del COVID-19, entre 2021 y 2023.
“Estoy muy contento de que el antiguo sistema haya vuelto y podamos hacer esto de nuevo”, declaró Jonathan Rancho a Reuters. El hombre de 52 años viajó con su esposa y sus dos hijos desde la provincia de Bulacan hasta Manila para estar en la procesión y rogarle al Señor que le vaya bien en el trabajo.
La procesión, que duró unas 15 horas y que también se realiza en otros lugares del mundo donde hay filipinos, transcurrió pacíficamente en los más de seis kilómetros que recorre alrededor de la Iglesia de Quiapo, lugar donde se conserva la imagen.
Iglesia Católica en Filipinas pide al Vaticano declarar la fiesta nacional del Nazareno Negro
El párroco de la Iglesia de Quiapo, P. Rufino “Jun” Sescon, aseguró que los obispos de Filipinas han solicitado al Vaticano que se declare el 9 de enero como fiesta nacional del Nazareno Negro. Aunque a esta celebración asisten millones cada año, la procesión sigue siendo un evento parroquial.