En Venezuela, el director del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), comisario Douglas Rico, informó que el P. Josiah K´Okal, sacerdote misionero de la Consolata, se habría quitado la vida el pasado 1 de enero.
El 2 de enero, el sacerdote de origen keniata fue encontrado muerto por las autoridades en el sector Boca de Guara del estado Monagas, a pocos kilómetros de la ciudad de Delta Amacuro (estado Monagas), donde trabajaba pastoralmente. La congregación de los Misioneros de la Consolata había reportado su desaparición pocas horas antes.
A través de su cuenta de Instagram, el director del CICPC indicó el 3 de enero que, luego de encontrar los restos del presbítero, el organismo “inició el trabajo de investigación técnico-científico, que permite manejar como móvil del hecho un posible suicidio”, ya que se encontró “el vínculo de un mecate [cuerda]” en su vivienda, que el P. K´Okal habría utilizado para quitarse la vida.
Además, señaló: “al realizar la inspección técnica al sitio del hecho, se colectó otra parte del segmento de cuerda, por lo que se realizan las experticias y se determina que había continuidad del mismo”.
El comisario Rico también dio a conocer que allegados del misionero consolato habrían revelado que se encontraba en un “estado depresivo”, algo que fue presuntamente confirmado por el CICPC, luego de una revisión al teléfono del P. K´Okal, donde se habrían encontrado conversaciones que confirmarían esta tesis.