El Papa Francisco se dirigió a los fieles presentes en el Aula Pablo VI de El Vaticano para asistir a la audiencia general de este miércoles, en la que continuó con el ciclo de catequesis sobre los vicios y las virtudes, exhortando a considerar la necesidad de librar la “lucha espiritual”.
El Pontífice comenzó su alocución resaltando que “la vida espiritual del cristiano no es pacífica, lineal y sin desafíos; al contrario, exige una lucha constante: la lucha cristiana por mantener la fe, por enriquecer los dones de la fe en nosotros”.
Por ello, señaló, en el Bautismo la unción catecumenal “pone inmediatamente de manifiesto que el cristiano no se libra de la lucha” y que “debe descender a la arena, porque la vida es una sucesión de pruebas y tentaciones”.
Así, destacó que todos, incluidos los santos, hacemos frente a las tentaciones y “si alguien se siente bien, está soñando”, porque cada uno de nosotros “tiene muchas cosas que arreglar”.
Durante su saludo a los peregrinos de lengua española, el Papa enfatizó esta idea al señalar que “quien considera que ya ha conseguido cierto grado de perfección, que no necesita de conversión, que no necesita confesarse o que no vale la pena el esfuerzo, vive en la luna, vive en la oscuridad”.
En el curso del texto principal de la catequesis, y en referencia a quienes encuentran dificultades para expresar sus pecados en la Confesión, el Santo Padre recomendó “un poco de examen de conciencia” contra “el riesgo de vivir en las tinieblas” y no distinguir el bien del mal.