Tras celebrar una Santa Misa en la Basílica de San Pedro del Vaticano en la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios, el Papa Francisco dirigió el primer rezo del Ángelus de 2024 desde la ventana del Palacio Apostólico del Vaticano.
Ante una plaza de San Pedro abarrotada, el Pontífice remarcó que “la grandeza de María no consiste en realizar alguna acción extraordinaria” y destacó el “silencio de la Madre”.
Según precisó el Papa Francisco, María es Madre “no sólo porque ha llevado a Jesús en su seno y lo ha dado a luz, sino porque lo lleva a la luz, sin ocupar su lugar”.
“Ella permanecerá en silencio incluso bajo la Cruz, en la hora más oscura, y así seguirá haciéndole sitio y engendrándolo para nosotros”, señaló a continuación.
En esta línea, destacó que “con su silencio y humildad, María es la primera ‘catedral’ de Dios, el lugar de encuentro entre Él y el hombre”.
“Pero también nuestras madres, con sus cuidados ocultos, con sus desvelos, son a menudo magníficas catedrales del silencio”.