Entre el 29 y 30 de diciembre de 2023, la dictadura liderada por Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidente Rosario Murillo, ha detenido a otros cinco sacerdotes, que se suman a los cuatro que habían sido capturados el día anterior.
La hostilidad hacia la Iglesia Católica en Nicaragua ha experimentado un aumento significativo en los últimos días. Hasta ahora, 12 miembros del clero han sido detenidos –incluyendo a dos obispos–, junto con dos seminaristas.
De acuerdo el diario nicaragüense independiente El Confidencial, los arrestos llevados a cabo entre el viernes y el sábado 30 de diciembre tuvieron lugar en la ciudad de Managua. Entre los detenidos se encuentran Mons. Silvio Fonseca, quien desempeña el cargo de vicario de Familia y Vida, así como Mons. Miguel Mántica, el párroco de la Iglesia San Francisco de Asís. Además, los presbíteros Mykell Monterrey, Gerardo Rodríguez y Raúl Zamora.
En el caso de Mons. Fonseca, fue secuestrado por sujetos encapuchados y de civil de su parroquia Santa Faz, en Bello Horizonte (Managua) en la noche del 29 de diciembre, informó el periodista local Emiliano Chamorro. Cabe destacar que los otros sacerdotes también fueron capturados en circunstancias similares, según lo señala la prensa local independiente.
Hasta ahora, la Arquidiócesis de Managua, liderada por el Cardenal Leopoldo Brenes, no ha emitido ninguna declaración en relación con la serie de detenciones que han afectado a varios de sus sacerdotes.
Por su parte, Mons. Silvio Báez, Obispo Auxiliar de Managua, que vive desde hace algunos años en el exilio en Estados Unidos, denunció la “feroz cacería” desatada esta semana por la “dictadura sandinista contra los sacerdotes llevando a la cárcel a varios de ellos, que vienen a añadirse a dos obispos que ya estaban presos”.