El estallido de la guerra en Ucrania y Tierra Santa ha ocupado la mayoría de los titulares de los noticieros occidentales en los últimos tiempos. Sin embargo, poco se habla del sufrimiento de los cristianos en estos lugares y en otros donde están siendo perseguidos debido a su fe, como en Armenia.
El P. Fernando Morales, que trabaja pastoralmente en Israel, explica cómo se puede ofrecer la Navidad por los cristianos que sufren y son perseguidos en todo el mundo.
El sacerdote, que vive en carne propia el drama de la guerra entre judíos y palestinos, comenta que aunque los cristianos son una pequeña minoría en Gaza (la región más afectada por el conflicto), igualmente padecen las consecuencias de la violencia.
Este año, en toda Tierra Santa se prohibieron las manifestaciones públicas de devoción y alegría propias de las celebraciones navideñas. Precisamente en Gaza, el Patriarcado Latino de Jerusalén ha denunciado varios ataques (con víctimas fatales) de los que ha sido objeto la única parroquia católica de la zona.
“No cabe duda que Tierra Santa está especialmente presente en la mente de los cristianos y está continuamente afligida por el dolor y el sufrimiento de un conflicto que parece interminable y que se ha agudizado de manera particular en los últimos meses. No en vano Jesús lloró ante Jerusalén previendo tanta violencia en su propia tierra a lo largo de los siglos”, expresa el sacerdote legionario de Cristo.
El P. Morales recuerda las palabras del Papa Francisco, que llamó a no olvidar “a las personas y a los pueblos que sufren el mal de la guerra”. A partir de esta reflexión, recomienda un modo sencillo de llevar en el corazón a los cristianos que sufren en Navidad, y de presentar a Dios súplicas e intenciones para que les socorra y les alivie.