El Papa Francisco expresó su cercanía a las víctimas del terremoto que el lunes golpeó las provincias chinas de Gansu y Qinghai, dejando hasta el momento 131 fallecidos y cientos de heridos, además de viviendas y carreteras dañadas.
“Dirijo mi pensamiento a las víctimas y a los heridos causados por el devastador terremoto que azotó el pasado lunes las provincias chinas de Gansu y Qinghai”, manifestó el Santo Padre este miércoles al término de la Audiencia General.
“Soy cercano con el afecto y la oración a las poblaciones que sufren, animo a los servicios de socorro e invoco la bendición del Todopoderoso sobre todos, para que lleve consuelo y alivio en el dolor”, añadió desde el Aula Pablo VI.
De acuerdo al Servicio Geológico de Estados Unidos, el sismo tuvo una magnitud de 5,9 grados a una profundidad de poco más de 10 kilómetros. Por su parte, el Centro de Redes de Terremotos de China (CENC, por sus siglas en inglés) aseguró que terremoto fue de 6,2 grados.
Según la agencia china Xinhua, 113 personas fallecieron en la provincia de Gansu y 18 en Qinghai, y unas 700 han quedado heridas.