Luego de que la sociedad chilena rechazara este domingo la segunda propuesta de reforma constitucional, la Conferencia Episcopal de Chile hizo un llamado a utilizar la actual Constitución como marco para la vida política y social, y mencionó los retos más urgentes que demandarán acuerdos.
El comunicado, firmado por el Comité Permanente del Episcopado, anima a aceptar la soberanía popular, expresada en las urnas este fin de semana: “Todos estamos llamados a enmarcar nuestra vida política y social bajo la Constitución política vigente, con estricto respeto al estado de derecho y a las normas democráticas que nos rigen”.
Al referirse a los procesos constitucionales de 2022 y 2023, el Episcopado consideró que “la mayoría de los chilenos valoran los acuerdos y los grandes consensos en materia social y política, y esperan que sus líderes avancen por esa senda”.
“Los últimos años han estado marcados por la polarización y la fragmentación, provocando en la población un distanciamiento y desvalorización de la vida política, lo que no hace bien a uestra democracia”, advirtieron los obispos.
En ese sentido, reiteraron la necesidad de disponerse “a avanzar juntos, abordando con premura los urgentes desafíos sociales y políticos que Chile tiene”, superando para ello las diferencias.
Indicaron que los desafíos más urgentes tienen que ver con la seguridad, la salud, las pensiones, el crecimiento económico, la educación “y todo lo que contribuya a un clima de mayor paz y relaciones más justas entre nosotros”.