Sin embargo, de acuerdo a las facturas de Marogna, con el dinero se compraron artículos de lujo. La mujer afirma que esos objetos sirvieron para conseguir el apoyo de las esposas de personajes africanos influyentes.
El Cardenal Becciu asegura que es inocente
El Cardenal Becciu ha defendido su inocencia desde el inicio del proceso judicial y sus abogados han calificado a la acusación de ser “un teorema” para involucrarlo como
responsable de la gestión de los fondos de la Secretaría de Estado, que según ellos recaía en la Oficina Administrativa de la Secretaría de Estado.
El abogado Fabio Viglione ha asegurado que hay "contradicciones evidentes de la acusación y del juicio hacia Becciu, medido sobre hechos no documentados", respecto de los cuales "su implicación es totalmente injustificada".
Viglione se basa en las dudas que surgieron sobre el testimonio de Mons. Perlasca, debido a las contradicciones en las que ha caído y porque, al parecer, habría aceptado sugerencias externas de Francesca Immacolata Chaouqui, exmiembro de la Comisión Referente para el Estudio de la Estructura Económica y Administrativa de la Santa Sede (COSEA) y que en el 2016 fue condenada a diez meses por colaborar en la filtración de documentos reservados del Vaticano.
Sin embargo, según Vatican News, el promotor de justicia ha afirmado durante la 84ª sesión que el testimonio de Mons. Perlasca no es “la piedra angular de la investigación” y que el exfuncionario no ha dado “ninguna pista” sobre el dinero entregado a Marogna.
El promotor añadió que “si fuera cierto que Becciu fue engañado” por Marogna, “¿por qué no lo denunció? ¿Por qué siguió reuniéndose con ella en 2021? ¿Por qué la acoge en su casa?”.
Asimismo, aseguró que “el Papa no autorizó el dinero a Marogna, porque no sabía nada de ella, sino a la empresa británica Inkerman”, encargada de mediar para liberar a la religiosa colombiana.
Sobre el caso de Cáritas Ozieri, Viglione asegura que los fondos no estaban destinados a la cooperativa gestionada por el hermano del purpurado, sino a apoyar la reactivación de una panadería local y para un proyecto llamado Ciudadela de la Caridad.
En cambio, la fiscalía vaticana ha criticado que en este tema la defensa no ha confrontado “los resultados de la investigación de la GdF (Guardia de Finanza) de Oristano” sobre la Diócesis de Ozieri y la cooperativa Spes.
La Secretaría de Estado del Vaticano pidió castigar todos los delitos
Pocos días antes de la sentencia, se leyó una carta que el secretario de Estado Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, dirigió a la Oficina del Promotor de Justicia. La misiva tiene fecha 6 de noviembre, pero fue comunicada a dicha oficina el 11 de diciembre.
De acuerdo a Vatican News, la misiva fue leída durante la 84ª audiencia “en respuesta a una petición de la misma oficina sobre la falta de denuncia por parte de la Secretaría de Estado y de confirmación sobre si había voluntad de proceder”.
En la carta, el Cardenal Parolin explica que “siguiendo una posición ya adoptada por la Secretaría de Estado, confirmo la petición de perseguir y castigar todos los delitos en los
que se actúe a instancia de parte y en los que la Secretaría de Estado se considere parte ofendida”.
Mientras la también abogada del Cardenal Becciu, Maria Concetta Marzo, asegura que se ha “demostrado la total inocencia del cardenal respecto de cualquier presunto delito”, la Oficina del Promotor de Justicia señaló que el purpurado debía ser condenado y prohibido de ejercer cualquier cargo público de manera perenne.
El Tribunal condena al Cardenal Becciu
El 16 de diciembre de 2023 el Tribunal del Estado de la Ciudad del Vaticano condenó al Cardenal Becciu a cinco años por uso indebido de dinero de la Santa Sede. Además, lo inhabilitó de forma perpetua para ejercer cargos públicos y deberá pagar una multa de 8.000 euros.
El Tribunal lo halló responsable de la compra irregular del edificio en Sloane Avenue de Londres, pues esta se llevó a cabo “a instancias del purpurado”.
También lo encontró culpable de malversación al transferir 125.000 euros de la Secretaría de Estado a Cáritas de Ozieri, a través de una cooperativa presidida por su hermano Antonio Becciu.
Asimismo, lo condenó por la entrega de 570.000 euros del departamento vaticano a Cecilia Marogna, los cuales no fueron usados para el rescate de rehenes, como habían argumentado.
El Cardenal Becciu ha expresado su voluntad de apelar
En diciembre de 2023 el exsustituto de la Secretaría de Estado anunció que apelará el fallo de primera instancia, sin embargo, aún no puede hacerlo porque el Tribunal no ha publicado la sentencia completa, con las motivaciones del fallo.
Una vez que esta haya sido publicada, el cardenal tendrá tres días para apelar. Sin embargo, es probable que la sentencia completa no se conozca antes que concluya el verano europeo, es decir septiembre u octubre.
También apelarán la sentencia el promotor de justicia del Vaticano, Alessandro Diddi, la Autoridad de Supervisión e Información Financiera, y el Instituto para las Obras de Religión (IOR).
Por el contrario, la Secretaría de Estado y la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica señalaron que no apelarán al obtener una satisfacción parcial con la compensación establecida por el tribunal.
¿Cómo es el proceso de apelación?
Aceptada la solicitud de apelación, el tribunal encargado establecerá las audiencias. Sin embargo, este será un proceso “documental”, por así decirlo, pues no habrá muchos testimonios y no se escucharán aquellos que ya fueron presentados.
Además, no habrá debates, sino que se revisarán los documentos y se evaluará si hubo vicios en la primera instancia.
¿Dónde se encuentra el Cardenal Becciu?
Actualmente el Cardenal Angelo Becciu se encuentra en su residencia dentro del Vaticano. No ha sido llevado a prisión ni sometido a un arresto domiciliario pues la sentencia no puede ser ejecutada hasta que no sea definitiva.
Sin embargo, dentro del Vaticano no existe una prisión propiamente dicha, sino tres celdas en la sede del Gendarmería Vaticana que no pueden ser utilizadas para penas largas. En caso de una condena extensa —y para la cual se ha descartado la detención domiciliaria—, la persona es transferida a una cárcel italiana, siguiendo las pautas del concordato entre la Santa Sede y el Estado italiano.
Este artículo ha sido actualizado el 18 de julio de 2024 para añadir la información sobre la condena en primera instancia y acerca del proceso de apelación anunciado por el Cardenal Angelo Becciu.
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