El Cardenal Pironio, gran impulsor de la Jornada Mundial de la Juventud
El antecedente de las Jornadas Mundiales de la Juventud fue el jubileo 1983-1984, llamado Año Santo de la Redención, que conmemoró los 1950 años de la Pasión de Jesús. En ese marco, Juan Pablo II organizó un encuentro de jóvenes en Domingo de Ramos. Se esperaba una concurrencia de alrededor de 60.000 participantes, pero la cifra superó los 250.000.
Al año siguiente, en 1985, la Organización de las Naciones Unidas decidió que ese año fuera el "Año Internacional de la Juventud".
El entonces Papa Juan Pablo II quiso que la Iglesia Católica tuviera presencia en esa convocatoria, y le encargó al Cardenal Pironio, en ese momento presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, que buscara los caminos más apropiados para que este evento se lleve a cabo.
Por eso, en vísperas del Domingo de Ramos de 1985, se convocó a un encuentro internacional de jóvenes, que tuvo lugar en la Plaza de San Juan de Letrán en Roma, con una enorme convocatoria. Allí surgió la idea de realizar una Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
La primera Jornada se realizó en 1987 en Buenos Aires, y contó con la participación de más de un millón y medio de jóvenes.
En uno de sus mensajes a los jóvenes en esa primera JMJ, el Cardenal Pironio manifestó: "La celebración de la Jornada Mundial en Buenos Aires —en un continente de cruz y de esperanza, como es América Latina— presenta a los jóvenes un triple desafío: a su oración, a su esperanza, a su amor. Para ello trataremos de reflexionar juntos, a la luz del Evangelio, y de hacer de nuestra vida una opción fundamental por Jesucristo y su Evangelio".
Luego de aquel primer encuentro mundial, las jornadas se sucedieron en distintos países del mundo, con una frecuencia de aproximadamente dos años, y con una concurrencia de millones de jóvenes en cada edición.
El Cardenal Pironio acompañó a Juan Pablo II en las primeras cinco JMJs. En 1996, dejó la presidencia del Consejo para los Laicos, y en 1997 ya no pudo estar presente en la edición de París. Las jornadas se siguen celebrando al día de hoy —la más reciente fue en Lisboa, en agosto de este año— y en cada edición renuevan el recuerdo de la amistad del Cardenal con los jóvenes.
San Juan Pablo II y su recuerdo de la “fe inquebrantable” del Cardenal Pironio
El Cardenal Pironio murió el 5 de febrero de 1998, a causa de un cáncer óseo, que le produjo un sufrimiento que lo mantenía postrado. Pasó sus últimos días junto a su compañero de Episcopado y gran amigo, el Cardenal Estanislao Karlic.
Al momento de su fallecimiento, algunos medios lo consideraron el obispo argentino más distinguido de la historia. Sus restos descansan hoy en la Basílica de Nuestra Señora de Luján.
En la homilía de la Misa exequial por el Cardenal Pironio, San Juan Pablo II resaltó que el cardenal argentino “creyó con fe inquebrantable en las promesas del Redentor”.
El Papa recordó también en esa ocasión el papel clave del Cardenal Pironio en las JMJs: “¿Cómo olvidar la gran aportación que dio a las celebraciones de las Jornadas mundiales de la juventud? Quisiera dar gracias públicamente aquí a este hermano nuestro, que me prestó una gran ayuda en el ejercicio de mi ministerio petrino”.
El Papa Benedicto XVI lo declaró Siervo de Dios el 23 de junio de 2006, al inicio de su camino a los altares. El 22 de febrero de 2022, el Papa Francisco reconoció las virtudes heroicas del Cardenal Pironio, por lo que fue en adelante considerado “Venerable”.
El 8 de noviembre de 2023, el Papa Francisco aprobó el milagro que permitirá su beatificación.
El milagro
El milagro al que se atribuye su intercesión fue la curación sin explicación científica de Juan Manuel Franco, que en 2006 tenía 15 meses cuando entró en coma profundo tras haber inhalado purpurina por accidente.
El milagro fue aprobado luego de su evaluación por una junta de médicos del Vaticano, que constató que la curación del pequeño “supera la ciencia médica”, y de una Comisión de Teólogos que corroboró que la familia había pedido la intercesión del Cardenal Pironio.
“He conocido a un santo”
Al conocerse la noticia de su beatificación, el Cardenal Karlic afirmó a ACI Prensa que Pironio ha sido para él “un verdadero hermano”. Al recordar su amistad franca, expresó: “Qué lindo es pensar, qué lindo es poder decir: he conocido a un santo, estoy recordando a un santo”.
Claudia Carbajal, actual presidente del Consejo Nacional de Acción Católica, calificó a Pironio “como un padre, como un pastor, como un amigo, como un hermano”. Su beatificación, consideró, es providencial para este momento difícil del país.
La ceremonia de beatificación
La beatificación del Cardenal Eduardo Pironio se celebrará este sábado 16 de diciembre en la plaza Belgrano, frente a la Basílica de Nuestra Señora de Luján, donde recibió el bautismo, la ordenación sacerdotal, la consagración episcopal, y donde reposan sus restos.
La celebración comenzará a las 11:00 horas (hora local) y estará presidida por el Cardenal español Fernando Vergez, presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, quien fue secretario del Cardenal Pironio durante más de dos décadas.
Quienes no puedan asistir, pueden seguir la transmisión a través del Canal de YouTube del Santuario de Luján, o el de la Conferencia Episcopal Argentina.
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