21 de noviembre de 2024 Donar
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5 datos poco conocidos de San Juan Diego, el vidente de la Virgen de Guadalupe

Imagen de San Juan Diego en la Basílica de Guadalupe/ Crédito: EWTN

Cada 9 de diciembre, la Iglesia Católica celebra la festividad dedicada a San Juan Diego, el vidente de la Virgen de Guadalupe. Reconocido por el acontecimiento guadalupano entre el 9 y el 12 de diciembre de 1531, su vida tiene muchos detalles que son desconocidos por muchos.

1. Su nombre y conversión

El periodista y escritor Carlos Villa Roiz, autor de libros como San Juan Diego, su mundo y su tiempo, indicó en entrevista con ACI Prensa que San Juan Diego fue originalmente nombrado como “Cuautlatoatzin, palabra náhuatl que significa águila que habla”.

Asimismo, explicó que fue Fray Toribio de Benavente, apodado por los propios indios como Motolinía y fue uno de los primeros 12 misioneros franciscanos españoles que llegaron a México para evangelizar, quien le otorgó el nombre de Juan Diego después de bautizarlo. 

Si bien se desconoce cómo fue la conversión del indio, porque “en los primeros años de evangelización no hay ningún tipo de registro”, el escritor señala que el Nican Mopohua  —documento histórico que relata las apariciones de la Virgen—, señala que cada sábado Juan Diego recibía lecciones de catecismo en el Colegio de Tlatelolco, en la actual Ciudad de México.

Desde su casa, en la región en la que hoy se encuentra Cuautitlán, al lugar donde era evangelizado recorría una distancia de unos 28 kilómetros. Recorrer ese camino a pie actualmente tomaría al menos seis horas.

“En ese trayecto es donde ocurre precisamente la aparición de la Virgen de Guadalupe”, indicó el escritor.

2. Su contexto político y social

En su libro San Juan Diego, su mundo y su tiempo, Villa Roiz hace una investigación de los acontecimientos más importantes que ocurrieron durante el periodo de vida del santo.

Al estudiar lo que ocurría en ese tiempo, el escritor intuye que Juan Diego sufrió, como la mayoría de indígenas de la época,  de granizadas que “echaron a perder las cosechas”, así como temblores en el que “desquebrajaron cerros” y tres epidemias, “una de las cuales afectó a su tío Juan Bernardino”.

Destaca que también le tocó vivir fenómenos políticos como los reinados de seis tlatoanis de México y el reinado de dos monarcas españoles, y también vio llegar a tres órdenes religiosas: los franciscanos, dominicos y agustinos.

3. Su familia 

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El Nican Mopohua revela que Juan Diego era sobrino de Juan Bernardino y, ante la enfermedad de este último, decidió atenderlo antes que cumplir con el encargo de la Virgen.

La Virgen luego le confirmó a San Juan Diego que su tío había sido milagrosamente curado. Ella misma se apareció a Juan Bernardino, y fue a él quien le dijo su nombre: Santa María de Guadalupe.

Por otra parte, la tradición afirma que Juan Diego estuvo casado con María Lucía, con quien fue bautizado. El sitio web del Vaticano indica que el “matrimonio cristiano vivió castamente hasta la muerte de su esposa, fallecida en 1529”.

“Mucho se ha hablado de si tuvo hijos o no. Bueno, con María Lucía, su esposa al momento de las apariciones, no tuvo hijos”, afirma Villa Roiz.

4. Su muerte 

Villa Roiz asegura que Juan Diego murió alrededor del año de 1548, el mismo año que falleció el Obispo Fray Juan de Zumárraga, a quien le presentó la imagen milagrosamente estampada de Santa María de Guadalupe. Es decir, a la edad de 74 años, 17 años después de la aparición de la Virgen.

“Hay un documento que se llama Códice 1548, encontrado por el P. Xavier Escalada, en el que presuntamente se conmemora, como si fuera una esquela, la muerte de Juan Diego. Pero no está del todo científicamente probado”.

También se sabe, menciona, “que fue enterrado junto a la ermita de la Virgen de Guadalupe en el Tepeyac. Ahí él le había mandado a construir un cuartito y en ese cuartito fue enterrado”.

5. Es el primer santo indígena de América Latina

San Juan Diego fue canonizado por San Juan Pablo II el 31 de julio de 2002, convirtiéndose en el primer santo de raza indígena de América Latina. 

Más tarde, los Santos Niños Mártires de Tlaxcala se unieron a esta lista el 15 de octubre de 2017, canonizados por el Papa Francisco. Estos mártires fueron los primeros laicos católicos americanos que sufrieron el martirio en defensa de la fe católica dentro del territorio mexicano.

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