El joven Edoardo Santini, considerado “el hombre más guapo de Italia”, ha decidido dejar su prometedora carrera como modelo e ingresar en un seminario para ser sacerdote.
Bailarín, nadador, actor… estos eran algunos de los sueños que tenía Edoardo, un italiano de 21 años que en 2019 obtuvo el título del chico más bello de su país tras ganar un concurso nacional.
Este premio le abrió las puertas del mundo de la moda y su futuro parecía claro: estaba destinado a convertirse en una gran estrella. Sin embargo, los planes de Dios eran otros. Edoardo iba a continuar brillando, pero lejos de los focos y pasarelas.
Un valiente primer paso
En un vídeo publicado en sus redes sociales el 23 de noviembre de este año, Santini explica que se encuentra en camino “para convertirme, si Dios quiere, en sacerdote”.
Cuenta que durante estos años ha encontrado gente que, “mostrándome qué significa ‘ser Iglesia’, me han dado la fuerza de indagar en esta pregunta que arrastraba desde pequeño” pero en la que, asegura, “no profundizaba por miedo”.