Los tiempos de hoy no son los mejores. De hecho hay tantas crisis que a veces incluso duele pensar en el futuro, en lo que está por venir, en lo que pasará con el mundo casi sumergido en guerras, disputas, polarizaciones y violencia. La tentación de pensar que no hay solución está allí, al acecho.
Ante esta dolorosa realidad y con un espíritu franco y abierto, el Arzobispo de Sevilla (España), Mons. José Ángel Saiz Meneses, ha escrito una carta pastoral dirigida “a los jóvenes y a todo el pueblo de Dios en Sevilla”, titulada No tengáis miedo.
Esta frase, que anima a no temer, es la exhortación con la que San Juan Pablo II comenzó su pontificado en 1978, retomada luego por el gran Benedicto XVI y repetida en más de una oportunidad por el Papa Francisco, como en la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa, realizada en agosto de este año.
La vocación
En su carta, el Arzobispo de Sevilla advierte: ante Dios “no vale el postureo, y al escuchar la llamada, podemos ignorarle y ‘dejarle en visto’, como ocurre en las aplicaciones de mensajería, pero a riesgo de no llegar nunca a ser felices”.
“La historia de toda vocación es la historia de una misión que comienza con una llamada de Dios y continúa con la respuesta que corresponde al hombre”, prosigue.