Los obispos que integran la Comisión de Vida Consagrada de la Conferencia Episcopal Argentina destacaron algunas virtudes del Cardenal Eduardo Pironio, futuro beato argentino, “modelo e intercesor”.
A pocos días de la beatificación del Cardenal Pironio, que se celebrará el 16 de diciembre en la Basílica y Santuario Nacional de Nuestra Señora de Luján, los prelados se refirieron al carácter “especial” de este tiempo.
Los obispos transmitieron el recuerdo nítido del próximo beato, quien estuvo presente desde que ellos se formaban para el sacerdocio, tiempos en que “su presencia y sus gestos animaban nuestro amor por la Iglesia”.
“Sus palabras nos llenaban de entusiasmo juvenil. Su enseñanza nos ofrecía nuevas motivaciones, que estimulaban nuestra consagración”, agregaron.
En la actualidad, observan en la figura del Cardenal Pironio “un modelo e intercesor”, y consideran que en este tiempo difícil, “su beatificación será un momento de gracia, que deseamos llegue a cada una de sus comunidades y renueve, como en nuestra juventud, el amor a la Iglesia y el entusiasmo evangelizador”.
En ese sentido, animaron a dedicar estos días, previos a la beatificación, “a retomar sus homilías, sus consejos”, y también convocaron a rezar “los unos por los otros”.