Los católicos de Filipinas recordaron los 100 años del fallecimiento del P. Mariano Sevilla, de la provincia de Bulacan, ocurrido el 23 de noviembre de 1923, a quien se le atribuye la difusión de la tradición del festival Flores de mayo.
Gracias a este sacerdote, durante todos los días del mes los fieles filipinos veneran a la Madre Dios rezando el Rosario y ofreciéndole flores, además de llevar a cabo otras actividades de celebración popular.
El festival empezó luego de que el P. Sevilla tradujera al tagalo (lengua nativa de Filipinas) el libro Il mese di maggio consacrato a Maria Santisima (El mes de mayo consagrado a María Santísima), publicado en 1785 por el jesuita italiano Alfonso Muzzarelli. La traducción se publicó en 1867, con permiso del entonces Arzobispo de Manila.
Por las celebraciones de conmemoración del centenario de la muerte del prelado, se reveló una placa histórica en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Bulacan, donde los católicos de aquella época utilizaron por primera vez la traducción del P. Sevilla.
En la ceremonia de develación de la placa estuvieron presentes funcionarios del gobierno y dirigentes eclesiásticos. Se celebró también una Misa en honor al P. Sevilla, que fue presidida por el Obispo de Malolos, Mons. Dennis Villarojo, quien manifestó que la tradición de Flores de mayo debe preservarse para las generaciones futuras.