A primera hora de la mañana, antes de presidir la Audiencia General, el Papa Francisco recibió en audiencia en el Vaticano a los jugadores del Celtic Football Club, un equipo de Glasgow, Escocia.
Durante este encuentro, el Santo Padre precisó que, aunque siempre es preferible ganar un partido que perderlo, “esto no es lo más importante”.
“Lo que más importa es el ejemplo que dais, tanto ganando como perdiendo, dentro y fuera del campo. Un ejemplo que encarne virtudes como la valentía, la perseverancia, la generosidad y el respeto por la dignidad de los demás, que es un don de Dios”.
A continuación, lamentó que la huella financiera en el mundo de este gran deporte “ha crecido mucho, hasta el punto de que a veces se corre el riesgo de que el fútbol sea sólo interesante para los intereses económicos”.
Por ello, aseguró que los jugadores tienen “una gran responsabilidad sobre sus hombros” y les animó a ser “buenos modelos de conducta, especialmente para los jóvenes”.
“Los elevados estándares que estáis llamados a alcanzar no se refieren únicamente a vuestras habilidades deportivas o a los requisitos clásicos necesarios para sobresalir, sino que también tienen que ver con vuestra integridad personal”.