Este lunes 27 de noviembre, el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, ha informado que el estado del Papa Francisco es “bueno y estable”, después de que el pasado sábado fuera sometido a un TAC (tomografía axial computarizada) por una “leve gripe” que le obligó a cancelar su agenda.
Según precisa el comunicado, el TAC “descartó la neumonía, pero mostró inflamación pulmonar causando algunas dificultades respiratorias”.
Asimismo, para un tratamiento más eficaz, “se ha colocado una cánula con aguja para la infusión de una terapia antibiótica intravenosa”.
En este sentido, Matteo Bruni afirma que “el estado del Papa es bueno y estable, no tiene fiebre y su situación respiratoria mejora claramente”.
A fin de facilitar su recuperación, el Vaticano ha aplazado algunos compromisos previstos para estos días , “para que pueda dedicar el tiempo y la energía que desea”.
Otros de carácter institucional “o más fáciles de soportar dado su actual estado de salud, se han mantenido”, precisa la Santa Sede.