Una de las pocas santas a quien Cristo se le apareció como Rey es la Santa vicentina Catalina Labouré. Ella misma contó que lo vio antes de que se le presentara la Virgen de la Medalla Milagrosa y que se puso triste al ver lo que le sucedió.
De acuerdo a la red de formación vicentina Vicencianos, la santa narró que cierto día que celebraban a la Santísima Trinidad se le apareció Jesús “como un Rey, con la Cruz sobre su pecho, en el Santísimo Sacramento”. Esto se dio en el momento del Evangelio, mientras celebraban la santa Misa.
“Me pareció que la Cruz se caía a los pies de nuestro Señor, y me pareció que Nuestro Señor era despojado de todos sus ornamentos, todos caídos por tierra”, describió Santa Catalina.
Tras esto la consagrada señaló que tuvo pensamientos muy tristes y que ahí fue cuando pensó que “el rey de la tierra se vería perdido y despojado de sus vestiduras reales”.
Tiempo después, antes de la media noche, sintió que alguien la llamaba. Al despertar vio a un niño vestido de blanco quien la llevó hasta la capilla, diciéndole que la Virgen la estaba esperando. Más adelante, la santa dijo que al parecer se trataba de su ángel de la guarda.
La santa describió que cuando estuvo frente a la Madre de Dios pasó el momento más dulce de su vida. Nuestra Señora le dio consejos sobre cómo sobrellevar las penas, le explicó todo lo que había visto y la animó a acercarse al altar, donde la santa aseguró que podría recibir “todos los consuelos de que tenga necesidad”.