LOYOLA,
Durante una reunión sostenida en Loyola (España) con los miembros de la Asociación Internacional de Escuelas de Negocios Jesuitas, Mons. John P. Foley, Presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, destacó la necesidad de tomar decisiones éticas en el mundo del trabajo incluso a pesar de las dificultades que puedan desprenderse de ellas.
Durante el discurso que dirigió luego de presidir la Misa, el Presidente del consejo habló de la dificultad de las personas que trabajan en los sectores de la publicidad y los negocios a la hora de tomar decisiones que pueden repercutir negativamente en ellos, en sus familias, en los que han invertido dinero en la empresa y en los trabajadores.
El Arzobispo Foley contó que cuando era joven tuvo que dejar dos trabajos por motivos éticos, y señaló que había mencionado estas experiencias para que los líderes de las escuelas de negocios supiesen que había vivido “dilemas éticos y desafíos empresariales sobre los que quizás ustedes hayan enseñado”.
Sin embargo, añadió, “he pensado muchas veces en los terribles dilemas que tienen que afrontar las personas casadas y con hijos en un mercado de trabajo reducido cuando les exigen que se comporten de forma incorrecta o por lo menos de modo éticamente discutible y tienen miedo de cuestionar esta decisión, o de protestar y no pueden dejar el trabajo porque no sabrían cómo dar de comer a su familia”.
Tras recordar el documento de su dicasterio publicado hace pocos años, “Ética en la publicidad”, afirmó que “entre los beneficios económicos de la publicidad está el de la competitividad honesta y éticamente responsable, que ayude al crecimiento económico, a la posibilidad de elección y al auténtico desarrollo humano”.
“La publicidad contribuye a ampliar el conocimiento, a bajar los precios y, normalmente, a crear empleo”. También se usa para “promover actividades moralmente saludables –por ejemplo conducir con prudencia- y ha sido empleada con eficacia para fines religiosos”, agregó.