El Tribunal de la Rota de Madrid ha encontrado al sacerdote franciscano Javier Garrido Goitia culpable de dos delitos de abuso de poder y sexual y le ha impuesto importantes restricciones al ejercicio sacerdotal.
El presbítero es responsable de dos casos de “falso misticismo y solicitación en confesión”, según detalla la Provincia Franciscana de Aránzazu (España) en un comunicado. La solicitación implica que el religioso reclamó a las religiosas actuaciones sexuales en el ámbito de la celebración del sacramento.
El Tribunal eclesiástico le prohíbe realizar cualquier tipo de acompañamiento o dirección espiritual o publicar cualquier escrito.
Según Noticias de Navarra, las restricciones al ministerio sacerdotal están limitadas en el tiempo hasta que cumpla 95 años. Durante ese tiempo tiene permitida la celebración de la Eucaristía sólo en privado y sin participación de fieles.
Los franciscanos de la Provincia de Aránzazu reconocen “el daño infligido” y rechazan “cualquier práctica que suponga un abuso de poder, de conciencia y sexual”, al tiempo que piden “perdón sin paliativos por el sufrimiento causado”.
En su comunicado, reconocen los fallos que han cometido en el caso: “En este proceso no hemos sabido siempre ponernos del lado de las víctimas. Por ello, pedimos perdón a ellas, a la Iglesia y a la sociedad. Estamos dispuestos a dedicar todos nuestros esfuerzos a reparar el daño causado”.