En medio de un país afectado por la guerra civil, el Cardenal Dieudonné Nzapalainga, Arzobispo de Bangui en la República Centroafricana, recorre diversas “periferias” de esta nación para llevar esperanza a la población, donde tristemente algunos “mueren como animales”.
“Por eso, me despojo de mi atuendo de cardenal, me hago pequeño, recorro el país y les digo: ‘Si los hombres los han olvidado, Dios no los ha olvidado’”, enfatizó el purpurado.
En declaraciones a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada, que tiene numerosos proyectos caritativos en esta nación, el Cardenal Nzapalainga contó que ha llegado a lugares en los que las personas están prácticamente abandonadas a su suerte, incluso sin atención médica.
“El gobierno actual ya no está amenazado, el temor a un golpe de Estado que existía en 2020 ya no es un tema relevante. Pero nuestra sociedad está llena de heridas terribles y necesita reconstrucción”, resaltó.
Retenido por los rebeldes
En uno de sus viajes, describió que fue acogido en un pueblo donde todos se alegraron por su presencia y la algarabía fue tal que no tuvieron que someterse al toque de queda de los rebeldes. Sin embargo, cuando llegó el momento de partir, un joven guerrillero lo retuvo.