El Cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, presidió este sábado 18 de noviembre la Misa de beatificación de 20 mártires asesinados por odio a la fe durante el inicio de la Guerra Civil Española, entre los meses de julio y agosto de 1936.
Los nuevos beatos son 10 sacerdotes, 1 seminarista y 9 laicos (entre ellos, una mujer). De acuerdo a la Arquidiócesis de Sevilla, estos fueron asesinados “tras ser detenidos y sin juicio previo, en el clima de persecución hacia todo aquel que profesara ser miembro de la Iglesia Católica”.
Los nuevos beatos son: P. Manuel González-Serna Rodríguez, María Dolores Sobrino; P. Francisco de Asís Arias Rivas, P. Juan María Coca Saavedra, José María Rojas, Manuel Luque Ramos, Agustín Alcalá Heinke, P. José Vigil Cabrerizo, y el P. Antonio Jesús Díaz Ramos.
Completan el grupo Enrique Palacios Monrabá, Manuel Palacios Rodríguez, Mariano López-Cepero y Muru, Gabriel López-Cepero y Muru, Cristóbal Pérez Pascual, P. Mariano Caballero Rubio, P. Pedro Carballo Corrales, P. Miguel Borrero Picón, P. Salvador Lobato Pérez, Rafael Lobato Pérez, y P. Rafael Machuca y Juárez de Negrón.
En la Eucaristía celebrada en la Catedral de Sevilla y concelebrada por el Nuncio Apostólico en España, Mons. Bernardito Auza, obispos y sacerdotes españoles; el Cardenal Semeraro resaltó que los nuevos beatos originarios de Sevilla “son un ejemplo altisonante de esa santidad martirial de la que habló el Papa Francisco el pasado jueves en la audiencia a los participantes de la conferencia sobre el tema de la dimensión comunitaria de la santidad”.
“La muerte de nuestros mártires se sitúa, como es sabido, en el contexto de la persecución religiosa española, que también afectó a este territorio”, continuó el Purpurado, donde también hubo “destrucción de imágenes sagradas, incendios de iglesias y otros edificios religiosos”.