John Bursch, vicepresidente de apelaciones de Alliance Defending Freedom (ADF) y autor del libro Loving God's Children: The Church and Gender Ideology (Amar a los hijos de Dios: La Iglesia y la ideología de género), comenta las últimas medidas del Vaticano sobre las personas trans.
El Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF), liderado por el Cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, publicó hace unos días las respuestas a las preguntas planteadas por el Obispo de Santo Amaro (Brasil), Mons. Giuseppe Negri, respecto a si las personas trans pueden ser bautizadas, ser padrinos de bautizo o testigos de matrimonio.
Las respuestas del Dicasterio tienen por fecha el 31 de octubre y se publicaron en el sitio web del Vaticano el 8 de noviembre en italiano y portugués.
Algunas de las preguntas que llegaron al DDF fueron las siguientes. 1.- ¿Puede un transexual ser bautizado?, 2.- ¿Un transexual puede ser padrino o madrina de bautismo?; y 3.- ¿Un transexual puede ser testigo de matrimonio?
Respondiendo a la primera pregunta, el DDF establece que, si alguien que se identifica como trans y ha recurrido a la cirugía, puede recibir el sacramento del bautismo “bajo las mismas condiciones de otros creyentes, si no están en situaciones en las que haya un riesgo de generar escándalo público o desorientación entre los fieles”.
Antes de hacer su comentario, publicado en el National Catholic Register, Bursch recuerda que, en su encíclica Laudato si’ de 2015, el Papa Francisco escribió: “La valoración del propio cuerpo en su femineidad o masculinidad es necesaria para reconocerse a sí mismo en el encuentro con el diferente”. Y recientemente, en 2019, la Congregación para la Educación Católica del Vaticano reafirmó que “la naturaleza humana (…) debe entenderse a la luz de la unidad del alma y el cuerpo” y condenó la “separación entre sexo y género”.