El vicario parroquial de la Catedral de St. Paul en Yakima, (Estados Unidos), P. Jesús Mariscal, no imaginó que al salir a comprar algunas donas se encontraría con los gritos de auxilio de una mujer embarazada, a quien no dudó en ayudar para dar a luz a sus dos pequeños gemelos, en un parto de emergencia en los terrenos del templo.
El joven sacerdote compartió su historia con Catholic Extension y ahora se pregunta qué estaba tratando de decirle Dios a través de esta extraordinaria experiencia.
El 2 de septiembre, el P. Jesús Mariscal salió de la rectoría de la catedral de Yakima, en el estado de Washington, en lo que pensó que sería una compra rápida de donas para la reunión que tenía con una pareja que se preparaba para contraer matrimonio.
Al pasar junto a la estatua de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, ubicada en los terrenos de la catedral, notó que cerca había una mujer sin hogar, en apuros, quien gritaba frenéticamente: “¡Necesito ayuda! ¡Voy a tener un bebé!".
Al principio el P. Mariscal no lo podía creer, pero miró más de cerca y vio sangre a sus pies. La madre gritó: “¡Lo estoy teniendo ahora! ¡Lo estoy teniendo ahora!".
El sacerdote llamó al 911 y ayudó a la mujer a acostarse. Puso su teléfono en altavoz y lo colocó en el suelo para poder seguir las instrucciones.