ROMA,
Tras años de convivencia pacífica de cristianos y musulmanes en la localidad de Beit Sahur, cerca de Belén en Tierra Santa, el martes por la noche se produjo un brote de violencia masiva entre ambos grupos, informó la agencia católica “AsiaNews”.
El inesperado detonante de toda una noche de encuentros, que dejó solamente heridos y ninguno de consideración, fue la iniciativa de un joven musulmán que tomó fotografías con un teléfono celular provisto de cámara, a una joven cristiana que compraba ropa en una almacén.
La joven increpó al muchacho musulmán, quien fue detenido y golpeado por los hermanos de la ofendida cuando éste trataba de escapar.
Finalmente, el joven pudo refugiarse en una mezquita, desde donde llamó a familiares y amigos, mientras que musulmanes y cristianos, alertados por sus pares, comenzaron a concentrarse en las afueras de la mezquita hasta que la violencia estalló.
Desde la tarde y durante la noche, unos y otros se enfrentaron con palos, piedras y barras de hierro en medio de una masiva trifulca.
La batalla campal sólo terminó cuando la policía palestina trajo refuerzos de ciudades aledañas y se impuso un toque de queda.