La Conferencia Episcopal Panameña (CEP) ha expresado su “profundo dolor” por las muertes ocurridas durante las recientes protestas que se dieron en el país, a la vez que ha exhortado a encontrar caminos de “paz y justicia social”.
El 7 de noviembre, dos manifestantes perdieron la vida al ser atacados mientras bloqueaban una carretera. Días antes, otra persona falleció al ser arrollada en una zona donde se realizaban bloqueos de vías.
Durante casi un mes, grupos de manifestantes han expresado su rechazo a la Ley 406, aprobada por la Asamblea Nacional el 20 de octubre. Esta norma permite un contrato de concesión a una empresa extranjera para diversas actividades relacionadas con la explotación de minerales metálicos, especialmente el cobre.
“Estos episodios jamás deben hacernos olvidar que somos una nación de tradición noble, pacífica, fraterna y solidaria. Evitemos que el ensañamiento se posesione de nuestro país”, expresa la CEP a través de un comunicado difundido el 8 de noviembre.
Los obispos recuerdan que “Panamá es una tierra bendecida por su gente, que ha superado situaciones difíciles, sin perder su vocación de libertad y entrega al servicio del bien común”.
Tras recordar que “la patria es un don, pero también un compromiso ciudadano ineludible”, los prelados llaman a la sociedad civil y clase política a “encontrar los caminos de paz y justicia social, que nos propicien el Panamá que todos nos merecemos”.