El Arzobispo caldeo católico Bashar Warda ha expresado a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés) su preocupación por que la guerra que se libra entre Israel y Hamás se extienda por todo el Medio Oriente.
Mons. Warda, natural de Irak y Arzobispo de Erbil (una región semiautónoma del Kurdistán iraquí), teme que una posible escalada en el conflicto termine por desencadenar una ola migratoria en Tierra Santa, lo cual —explica el Prelado— sería devastador para la comunidad cristiana de la región, gravemente afectada por la violencia y la pobreza.
“En nombre de todo el pueblo y, especialmente, de las minorías, que suelen ser las más castigadas, sobre todo en situaciones de conflicto, pido a Dios: no más guerra”, afirma Mons. Warda, a la vez que pide a todos los líderes de la región que “calmen la situación”.
“Dios no quiera que esta guerra vaya más allá de lo que hemos visto últimamente. El ajuste de viejas cuentas pondría en peligro la cohesión social en toda la región, y es que la situación en Siria no está resuelta, como tampoco lo está en Iraq”, manifiesta.
Además, el Arzobispo resalta que los cristianos de Irak están en “máxima alerta”, y que incluso muchos aún no deciden si abandonar o no sus hogares debido a “la violencia y persecución perpetradas por el Estado Islámico, Al Qaeda y otras agrupaciones extremistas”.
También advierte que esta violencia “podría impulsar aún más la emigración, pues el miedo sigue presente. Y es que aquí la guerra no fue hace treinta años; fue hace menos de diez”.