La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) lleva a cabo su 123a Asamblea Plenaria, que comenzó este lunes y se desarrolla hasta el viernes 10 de noviembre en la ciudad bonaerense de Pilar.
La primera jornada comenzó con el intercambio pastoral entre los obispos presentes y continuó con una Misa celebrada por el presidente de la CEA y Obispo de San Isidro, Mons. Oscar Ojea.
En su homilía, el Prelado se refirió a las conclusiones del Sínodo celebrado durante el mes de octubre en Roma, en especial a la necesidad de escucha por parte de la Iglesia que muchas personas experimentan, e incluso hizo mención de quienes “se han sentido heridos y rechazados por la Iglesia en distintas circunstancias”.
Ante esto, llamó a los obispos a “abrir el corazón como quien recibe en casa a un enemigo con quien es necesario reconciliarse y curar las humillaciones recibidas”.
Siguiendo con el documento de síntesis del Sínodo de la Sinodalidad, Mons. Ojea llamó a “reflexionar sobre la aplicación de este mensaje a la realidad del país, porque implica un enfoque en la justicia, en la inclusión y la solidaridad”.
“La síntesis del Sínodo nos habla de recuperar a los descartados y dedica un amplio espacio a los pobres que piden a la Iglesia amor, entendido este como respeto, acogida y reconocimiento”, puntualizó. “El texto nos recuerda que para la Iglesia la opción por los pobres y descartados es una categoría teológica, antes que cultural, sociológica, política o filosófica”, añadió.