Con el objetivo de facilitar su traslado al hospital Bambino Gesú de Roma, el Gobierno de Italia ha concedido la nacionalidad a Indi Gregory, la pequeña británica de 8 meses que padece una grave enfermedad y cuyos médicos, avalados por la justicia de su país, pretenden desconectar del soporte vital a pesar de la oposición de sus padres.
El lunes 6 de noviembre, pocas horas antes de que se cumpliera el plazo que la justicia de Londres (Inglaterra) había dado a los médicos del hospital Queen Medical Center de Nottingham para desconectar a Indi, el Consejo de Ministros italiano tramitó su nacionalidad con carácter urgente.
Esta resolución ha permitido posponer la desconexión de la bebé, que padece una enfermedad mitocondrial, y ha colmado de esperanza a sus padres, Claire Staniforth y Dean Gregory. Ambos habían presentado un recurso para evitar la sentencia de muerte de su hija y poder trasladarla al hospital de la capital italiana, desde donde se habían ofrecido a tratarla.
La justicia británica había denegado el permiso de traslado, alegando que a la niña no le beneficiaría el viaje a Italia.
El lunes 6 de noviembre a las 14:00 horas (hora de Londres), era la fecha límite que el juez Robert Peel había dado para desconectar a Indi Gregory, que fue bautizada en la cama del hospital el pasado mes de septiembre. Sin embargo, la pequeña aún sigue con vida.
La presidenta de Italia, Giorgia Meloni, afirmó a través de su perfil de la red social X que “hará todo lo que pueda para defender su vida y el derecho de sus padres a hacer todo lo que puedan por ella”.