El Papa Francisco ha indicado que no está bien de salud durante una audiencia con la Delegación de la Conferencia de Rabinos Europeos, a quienes señaló la importancia del diálogo entre cristianos y judíos.
A pesar de tener un “leve resfriado”, según ha detallado Vatican News, el Pontífice ha podido continuar con su apretada agenda prevista para este lunes 6 de noviembre.
En su discurso, entregado por escrito a los miembros de la Conferencia de Rabinos Europeos, el Santo Padre centró su mirada en la guerra en Israel y Gaza, una tierra que, “bendecida por el Altísimo, parece continuamente zarandeada por la bajeza del odio y el ruido mortífero de las armas”.
También calificó de preocupante “la difusión de manifestaciones antisemitas”, las que condenó “firmemente”.
Asimismo, remarcó que en este “tiempo de destrucción los creyentes estamos llamados, por todos y ante todos, a construir la fraternidad y a abrir caminos de reconciliación, en nombre del Todopoderoso”.
“Ni las armas, ni el terrorismo, ni la guerra, sino la compasión, la justicia y el diálogo son los medios adecuados para construir la paz”, afirmó.