Su nombre es Indi Gregory, tiene apenas 8 meses y los médicos del hospital británico en el que está ingresada desde que fue diagnosticada con una grave enfermedad, cuentan ahora con el apoyo definitivo de los jueces para retirarle el soporte vital y acabar con su vida a pesar de la oposición de sus padres.
El Tribunal Superior de Londres ha fallado a favor del equipo directivo del hospital Queen Medical Center de Nottingham, en Inglaterra, que asegura no poder hacer nada más por la pequeña que padece una enfermedad mitocondrial que consideran incurable.
Mañana, lunes 6 de noviembre a las 14 horas (hora de Inglaterra), es la fecha límite que el juez Robert Peel ha dado para desconectar a Indi Gregory del soporte vital que le mantiene con vida.
Esta decisión llega después de que los padres de Indi, Claire Staniforth y Dean Gregory, presentaran un recurso, con el apoyo del Christian Legal Centre, y propusieran trasladar a su hija al hospital Bambino Gesú de Roma, desde donde se habían ofrecido para acogerla y proporcionarle los cuidados necesarios.
Sin embargo, los jueces han denegado el permiso de traslado y comunicado su veredicto final, alegando que a la niña no le beneficiaría el viaje a Italia.
Los padres de Indi, que fue bautizada en la cama del hospital el pasado mes de septiembre, alegaron que el traslado al centro pediátrico de Roma era la última oportunidad para evitar la sentencia de muerte de su hija.