El Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández, destaca en su última carta semanal la importancia de rezar por los difuntos y explica que el purgatorio es como un “fuego intenso que aquilata el oro fino hasta eliminar toda ganga”.
El obispo remarca que la Iglesia “recuerda a los difuntos todos los días: en la Eucaristía, en la oración de vísperas de la liturgia de las horas y en otras muchas ocasiones”.
Mons. Demetrio puntualiza que “los difuntos son aquellos que han terminado su curso en la tierra” y también aquellos que “han muerto en el Señor y todavía no han llegado a la meta, a gozar de Dios a plena luz”.
“Algo los retiene, y son las impurezas de su alma, hasta que queden plenamente, purificados por el fuego del amor”, señala más tarde.
A continuación, el obispo español subraya que ese “fuerte dolor, ese contraste entre el grande amor de Dios y la respuesta humana con un amor que no ha dado la talla, es como un fuego intenso que aquilata el oro fino hasta eliminar toda ganga”.
“Eso es el Purgatorio, —explica— la situación en la que se encuentran muchos hermanos nuestros, que han muerto en el Señor y están purificándose antes de entrar definitivamente a gozar de Dios plenamente”.