En la tarde de este sábado 4 de noviembre, el Papa Francisco mantuvo un encuentro en el Aula Pablo VI con los miembros del Servicio Internacional para la Renovación Carismática Católica (CHARIS por sus iniciales en inglés), a quienes pidió orar por la paz.
Al comienzo de su discurso, el Santo Padre se refirió a esta institución como “una ‘ventana’ en el vasto y variado mundo de la Renovación Carismática Católica. Las personas que trabajan allí, tienen la gran oportunidad de ‘asomarse’ por esta ventana, y mirar más allá”.
“De superar la propia experiencia local, —continuó el Pontífice— y reconocer la riqueza que el Espíritu Santo suscita en todas partes; en contextos culturales, sociales y eclesiales muy diferentes del propio”.
El Santo Padre destacó que uno de los objetivos de CHARIS es multiplicar los llamados “seminarios de vida nueva”, los que definió como “momentos de ‘primer anuncio’, muy kerigmáticos, que ofrecen a las personas la posibilidad de un encuentro con Jesús vivo, con su Palabra y su Espíritu, con su Iglesia percibida como un ambiente de acogida, como un lugar de gracia, de reconciliación y de regeneración”.
Asimismo, remarcó que “después de los Seminarios, son indispensables los itinerarios formativos que ayuden a tener viva la gracia recibida, y sostengan un proceso gradual de crecimiento en la fe, en la vida de oración, en la conducta moral; así como la participación en los sacramentos y en la acción caritativa y misionera de la Iglesia”.
En esta línea, recordó la importancia de “promover el ejercicio de los carismas no solo en la Renovación Carismática Católica sino también en toda la Iglesia”. Y subrayó la importancia de “promover” el carisma y no “controlarlo”.