El Papa Francisco ha publicado hoy la Carta Apostólica en forma de motu proprio Ad theologiam promovendam, con la que reforma los estatutos de la Pontificia Academia de Teología, que pertenece al Dicasterio para la Cultura y la Educación de la Santa Sede.
Según el Santo Padre, la práctica de la teología en el futuro “no puede limitarse a volver a proponer abstractamente fórmulas y esquemas del pasado”, sino que está llamada a interpretar de manera profética el presente y a “discernir nuevos caminos para el futuro”.
En el documento, el Papa Francisco recuerda que —a lo largo de la historia— la Pontificia Academia de Teología ha encarnado constantemente “la exigencia de poner la teología al servicio de la Iglesia y del mundo”, modificando su estructura y ampliando sus objetivos cuando ha sido necesario.
“Después de casi cinco lustros, ha llegado el momento de revisar estas normas, para hacerlas más adecuadas a la misión que nuestro tiempo impone a la teología. A una Iglesia sinodal, misionera y 'en salida' sólo puede corresponder una teología 'en salida'", escribe el Sucesor de Pedro.
En ese sentido, remarca que la reflexión teológica está llamada hoy a un cambio de rumbo y de paradigma, a una "valiente revolución cultural", que la comprometa a ser una ciencia que sepa “leer e interpretar el Evangelio” según el contexto y las diferentes realidades que viven los hombres actualmente.
Además, puntualiza la importancia de promover el diálogo entre diversas culturas y credos, en donde la teología juega un papel preponderante. Para el Papa Francisco, es tarea de la teología descubrir "la impronta trinitaria que hace del cosmos en el que vivimos 'una red de relaciones' en la que 'es propio de todo ser viviente tender hacia otra cosa'".