En un discurso pronunciado esta tarde en la 18ª Congregación General del Sínodo de la Sinodalidad, el Papa Francisco hizo una fuerte crítica al clericalismo en la Iglesia: “es un látigo, es un azote, es una forma de mundanidad que ensucia y daña el rostro de la esposa del Señor; esclaviza al santo pueblo fiel de Dios”.
Hablando en español, el Santo Padre comenzó asegurando: “Me gusta pensar la Iglesia como pueblo fiel de Dios, santo y pecador, pueblo convocado y llamado con la fuerza de las bienaventuranzas y de Mateo 25”, capítulo del Evangelio en el que se presenta cómo Cristo juzgará a los hombres al final de los tiempos.
“Jesús, para su Iglesia, no asumió ninguno de los esquemas políticos de su tiempo: ni fariseos, ni saduceos, ni esenios, ni zelotes. Ninguna ‘corporación cerrada’; simplemente retoma la tradición de Israel: ‘tú serás mi pueblo y yo seré tu Dios’”, indicó.
El “santo pueblo fiel de Dios”
“Me gusta pensar la Iglesia como este pueblo sencillo y humilde que camina en la presencia del Señor (el pueblo fiel de Dios). Este es el sentido religioso de nuestro pueblo fiel. Y digo pueblo fiel para no caer en los tantos enfoques y esquemas ideológicos con que es ‘reducida’ la realidad del pueblo de Dios. Sencillamente pueblo fiel, o también, ‘santo pueblo fiel de Dios’ en camino, santo y pecador. Y la Iglesia es esta”, continuó.
El Papa Francisco aseguró luego que “una de las características de este pueblo fiel es su infalibilidad; sí, es infalible in credendo. (In credendo falli nequit, dice LG 9). Infabilitas in credendo. Y lo explico así: ‘cuando quieras saber lo que cree la Santa Madre Iglesia, andá al Magisterio, porque él es encargado de enseñártelo, pero cuando quieras saber cómo cree la Iglesia, andá al pueblo fiel’”.