En medio del Sínodo de la Sinodalidad, el Obispo de la Prelatura territorial de Trondheim (Noruega), Mons. Erik Varden, de 49 años, ofrece una profunda reflexión teológica sobre la relación entre sinodalidad y santidad.
En un ensayo, publicado en la revista First Things, presenta una advertencia oportuna sobre que las discusiones eclesiales no pueden realizarse a expensas de la santidad espiritual, sino que deben estar ordenadas hacia ella.
Al aclarar el concepto real de sinodalidad y sus raíces bíblicas e históricas, el Prelado de Trondheim, la antigua capital vikinga de Noruega, vuelve a poner la santificación en primer plano: hace un llamado a que la santidad siga siendo el objetivo último de cada discurso eclesial, incluso si ese discurso tiene lugar en un encuentro lleno de conversaciones sobre el camino y el discernimiento.
El Sínodo, que actualmente se encuentra en su última semana de la sesión de este año, y tiene prevista una nueva sesión en octubre de 2024, ha sido objeto de muchas discusiones e interpretaciones.
Sin embargo, Mons. Varden profundiza en las raíces bíblicas de la sinodalidad y su conexión intrínseca con la búsqueda de la santidad, e incluso con el martirio, advirtiendo contra la reducción del propósito de Dios a simples medidas humanas.