Mientras el Sínodo de la Sinodalidad inicia su última semana en el Vaticano con un calendario modificado, todos los ojos están puestos en el anticipado documento de síntesis, previsto para el sábado por la noche.
La tradición de que el Sínodo escriba una carta de este tipo —o produzca un documento o mensaje similar a los fieles— está lejos de ser nueva. Sin embargo, el documento de este año apunta a un nuevo giro, al menos en la forma en que se realiza: a diferencia del informe de síntesis cuya aprobación está prevista al final del Sínodo, esta misiva sirve como una brújula que señala la senda para el camino sinodal.
Como indica Paolo Ruffini, prefecto del Dicasterio para la Comunicación, si la síntesis es “transicional”, la carta debería ilustrar la trayectoria sinodal deseada, abarcando temas importantes como la paz, la migración y el alineamiento con el Papa y el magisterio pontificio, discutidos con vehemencia en la última semana de debates.
El Cardenal jesuita Jean Claude Hollerich, relator general del Sínodo, ya esbozó en su discurso de apertura una “hoja de ruta” para la siguiente sesión del Sínodo. Se reunirán varias propuestas, aunque no está claro si seguirán nuevas etapas continentales o locales.
La voluntad de la Secretaría General del Sínodo parece ser tener una presencia sólida y omnipresente en los procesos. Por lo tanto, todo dependerá de lo que esta solicite a los organismos regionales y continentales.
La agenda de esta semana