El Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández, relata en su última carta semanal los frutos que ha observado año a año en los jóvenes que realizan la peregrinación al Santuario de Santa María de Guadalupe, en la provincia de Cáceres.
Se trata de “un acontecimiento importante en la pastoral juvenil de nuestra diócesis”, que ha convocado a miles de jóvenes a lo largo de 28 años de manera ininterrumpida, pero más aún por “los frutos que ha reportado, visibles e invisibles”.
Mons. Fernández destaca que estamos ante una experiencia de una Iglesia joven “que tiene futuro”, en la que ha constatado a lo largo de los años “conversiones fuertes de jóvenes que ya andaban extraviados y habían emprendido caminos de perdición”.
Algunos de ellos, incluso, se han abierto a la vocación sacerdotal y religiosa —narra el Prelado—, así como muchos “han comenzado una relación de noviazgo cristiano, mirando a su futuro matrimonio. O han consolidado esa relación”.
“Algunas parejas han aprovechado esta ocasión especial para declarar su amor y pedirse en matrimonio. Y he visto a muchos consagrar ese amor a la Virgen, pidiendo que Ella haga que este noviazgo sea del todo cristiano”, detalla Mons. Fernández.