Mons. José de Jesús González Hernández, Obispo de Chilpancingo-Chilapa en el estado mexicano de Guerrero, hizo un llamado a las autoridades para que “garanticen tanto la vida, como la seguridad física y emocional” del P. Filiberto Velázquez Florencio, tras el ataque con arma de fuego que sufrió alrededor de la medianoche del 18 para el 19 de octubre.
El P. Velázquez Florencio, director del Centro de Derechos de las Víctimas de Violencia “Minerva Bello”, organización dedicada a apoyar a quienes sufren agresiones, desapariciones, desplazamientos y asesinatos, denunció que fue víctima de un atentado mientras transitaba por la carretera que conecta Tixtla y Chilpancingo.
El sacerdote señaló que los atacantes lo interceptaron a bordo de una motocicleta y abrieron fuego contra el vehículo. Consultado por ACI Prensa si relacionaba el atentado con su labor en defensa de los derechos humanos, el P. Velázquez Florencio respondió: “Sí, es básicamente el móvil”.
En un mensaje difundido el 19 de octubre, Mons. González Hernández condenó la violencia, que es “contraria a la voluntad de Dios y a la enseñanza de la Iglesia” y “altera la convivencia pacífica deseada por la inmensa mayoría de la población”.
El Prelado expresó su cercanía y apoyo al P. José Filiberto Velázquez Florencio, así como a los miembros del Centro de Derechos de las Víctimas de Violencia “Minerva Bello”, ante lo que calificó como una “agresión injustificada”.
El Obispo recordó que el P. Filiberto Velázquez ha denunciado públicamente “los ataques con drones en distintas comunidades de Guerrero en el contexto de la pugna entre La Familia Michoacana y el grupo de Los Tlacos”.