La dictadura de Nicaragua informó que ha dejado en libertad a 12 sacerdotes, que había encarcelado por distintas razones, y los envió al Vaticano tras un acuerdo con las autoridades de la Iglesia Católica.
Entre los liberados no está Mons. Rolando Álvarez, Obispo de Matagalpa y Administrador Apostólico de Estelí, quien fue condenado el 10 de febrero a 26 años y 4 meses de cárcel. Un día antes de la sentencia, el Prelado rechazó ser parte del grupo de 222 deportados que fueron enviados a Estados Unidos, a quienes luego la dictadura de Daniel Ortega los despojó de la nacionalidad y de sus bienes en Nicaragua.
En un comunicado fechado el 18 de octubre, el régimen de Ortega informa que la excarcelación de los 12 sacerdotes se dio “luego de sostener fructíferas conversaciones con la Santa Sede”. Este grupo, añade el texto, se dirige al Vaticano y ha “viajado hacia Roma, Italia, esta tarde”.
En el texto, el gobierno asegura que el acuerdo se logró “con la intercesión de altas autoridades de la Iglesia Católica en Nicaragua y en el Vaticano”.
El grupo será recibido, “según coordinaciones, por personal de la Secretaría de Estado de la Santa Sede”, añade.
Los sacerdotes liberados son Manuel Salvador García Rodríguez y José Leonardo Urbina Rodríguez, de la Diócesis de Granada; Jaime Iván Montesinos Sauceda, de la Diócesis de Matagalpa; y Fernando Israel Zamora Silva, de la Diócesis de Siuna.