Sean Callahan, presidente de Catholic Relief Services (CRS), agencia humanitaria católica de los Obispos Católicos de Estados Unidos, advirtió recientemente que la situación en la Franja de Gaza es “muy grave”, y aseguró que “estamos buscando un corredor humanitario” para ayudar a los civiles afectados.
Entrevistado por EWTN Noticias, Callahan señaló que “hay más de un millón de personas que han tenido que emigrar hacia el sur de Gaza”, entre ellos muchos niños. “No hay bastante comida o medicinas para la gente”, continuó, por lo que la mitad se han visto obligados a permanecer en la región de la que los israelíes les dijeron que debían salir.
“Ellos tienen parientes que no pueden salir, o tienen niños pequeños o están ligados con un hospital o algo así. Por eso la situación sigue en un estado muy, muy grave para la gente que está allá”, indicó.
El 7 de octubre, el grupo terrorista Hamás, que gobierna la Franja de Gaza desde 2007, inició un ataque contra Israel, lanzando más de 3.000 cohetes. Simultáneamente, más de 2.000 milicianos cruzaron la frontera entre Gaza e Israel, atacando bases militares y comunidades civiles, causando la muerte de más de 1.400 personas, entre ellos cerca de 300 jóvenes que fueron asesinados cuando participaban en un festival de música en suelo israelí. Varios civiles, incluyendo mujeres y niños, han sido secuestrados por Hamás y sus simpatizantes.
Como respuesta, Israel declaró la guerra a Hamás, desencadenando una serie de ataques que resultaron en la muerte de aproximadamente 3.500 palestinos.