Una teóloga en el Sínodo de la Sinodalidad advirtió que concentrarse mucho en la “cuestión específica” de la ordenación de mujeres sacerdotisas o diaconisas distrae a la Iglesia de responder a las verdaderas necesidades de las mujeres.
“Como mujer, no estoy concentrada en lo absoluto en el hecho de que no soy sacerdote”, señaló en la conferencia de prensa de ayer Renée Köhler-Ryan, una de las 54 mujeres con derecho a voto en el Sínodo.
“Creo que se pone demasiado énfasis en esta cuestión”, agregó la catedrática católica. “Y lo que sucede cuando ponemos demasiado énfasis en este asunto, es que nos olvidamos de lo que las mujeres, en su mayoría y en todo el mundo, necesitan”.
Köhler-Ryan es la decana de la Escuela de Filosofía y Teología de la University of Notre Dame en Sídney, Australia. Participó en el consejo plenario de la Iglesia en Australia y está escribiendo un libro sobre La mujer: Su papel según la naturaleza y la gracia, de Santa Edith Stein.
Paolo Ruffini, presidente de la comisión de información del Sínodo, indicó a los periodistas que las discusiones sinodales, en la tarde del 16 de octubre, se centraron principalmente en el rol de las mujeres en la Iglesia, incluyendo si deberían poder predicar la homilía en Misa y en el “restablecimiento del diaconado femenino”.
Otro tema de discusión, agregó, ha sido “cómo superar los modelos clericales que impiden la comunión o que pueden impedir la comunión de todos los bautizados”.