A la mitad del Sínodo de la Sinodalidad, que se viene realizando este mes de octubre en el Vaticano, se informó que dos obispos de China continental volverán a su país sin que se conozca alguna explicación de su partida.
Se trata de Mons. Antonio Yao Shun, Obispo de Jining, y Mons. Joseph Yang Yongqiang, Obispo de Zhoucun, quienes regresarán a China esta semana sin haber completado el proceso sinodal, según indicó el 16 de octubre a CNA —agencia en inglés de EWTN— el vocero del Vaticano, Paolo Ruffini.
Ambos obispos sólo han tomado parte en los primeros 12 días de la asamblea sinodal, siguiendo un patrón similar al de otros dos prelados chinos que participaron en el Sínodo de los Jóvenes en 2018.
Al ser preguntado en la conferencia de prensa del Sínodo sobre la razón por la que los obispos chinos parten antes del final del evento, Ruffini señaló que su partida se debe a “necesidades pastorales” de sus diócesis que requieren de su presencia.
Según informa Asia News, durante su estadía en Italia ambos prelados también viajaron a Nápoles con el Obispo de Hong Kong, Cardenal Stephen Chow. El 8 de octubre celebraron una Misa en la Chiesa della Sacra Famiglia dei Cinesi (Iglesia de la Sagrada Familia de los Chinos).
El templo fue construido en 1732 como parte de un instituto fundado por el Papa Clemente XII para formar a los seminaristas chinos y para enseñarles esa lengua a los misioneros designados para viajar al país asiático, de modo que pudieran ayudar en su evangelización. Los prelados celebraron la Misa y dejaron una reliquia de San Pablo Wu Wanshu, un mártir de 16 años asesinado en 1900 durante el levantamiento de los bóxers, quienes se alzaron contra la injerencia extranjera de potencias occidentales y de Japón.