El Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández, centra el contenido de su carta semanal en el Domingo Mundial de las Misiones (Domund), que se celebra el próximo 22 de octubre bajo el lema Corazones ardientes, pies en camino, inspirado en el pasaje evangélico de los discípulos de Emaús.
En él, Jesús escucha “su amargura y su desesperanza” antes de explicarles, haciendo un recorrido por la Escritura, que “era necesario que el Mesías padeciera para entrar en su gloria”.
Mons. Fernández subraya que “este es el núcleo del Evangelio” que no podemos entender “con la luz de la razón”, por lo que “necesitamos la luz de lo alto”.
A su juicio, la predicación “debe incluir siempre este núcleo fundamental, que no cabe en nuestra cabeza”, pero debe ir acompañado “del testimonio de una vida coherente”.
“El anuncio evangélico no es la repetición de algo sabido. La evangelización es el testimonio de cómo Jesús ha cambiado mi vida, me ha pasado de la cruz a la resurrección, me ha hecho entender con su luz lo que mi pobre mente no puede alcanzar”, añade.
Así se dio que “fue encendiendo el corazón de aquellos discípulos desanimados y desesperanzados” una conversión que fue posible porque “tenían el corazón disponible y abierto a la acción de Jesús”.