Aunque no es exactamente un ensayo general para un próximo cónclave, el Sínodo de la Sinodalidad presenta un escenario para que numerosos cardenales interactúen, construyan alianzas y definan sus posturas sobre cuestiones complejas.
Una mirada a los asistentes revela el potencial del Sínodo para dar forma a la dinámica de un futuro cónclave, aunque no de una manera determinante.
Un vistazo numérico: los cardenales en el Sínodo de la Sinodalidad
Con 64 cardenales participando activamente en las discusiones en el Aula Pablo VI y socializando en la atmósfera más relajada de Roma después de las reuniones, el Sínodo podría sentar las bases para un eventual cónclave.
Sin embargo, las restricciones mediáticas en el Sínodo mantienen a estos cardenales en gran medida alejados de la vista pública, y su número es inferior a la mitad de los que actualmente podrían votar en un futuro cónclave.
De entre ellos, sólo ocho recibieron la birreta púrpura el 30 de septiembre, lo que sugiere que el Santo Padre no eligió a los cardenales pensando en el Sínodo, y viceversa: tampoco a los miembros del Sínodo pensando en los cardenales.