Regina Lynch, presidenta ejecutiva de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés), ha señalado que entre los desafíos que enfrenta la Iglesia en varios países de América Latina está la violencia motivada por el narcotráfico, las migraciones y los ataques a los templos.
La presidenta ejecutiva de ACN visitó recientemente las oficinas que la fundación pontificia tiene en Chile, Colombia, Brasil y México, países de los cuales destacó que están pasando de ser receptores de ayuda, a también colaborar con las obras de ACN en naciones “cuya situación es aún más precaria”.
Por ejemplo, mencionó el caso de una fiel brasileña, habitante de una favela, “que se gana la vida lavando ropa y dona lo que gana los sábados a ACN. Es el fiel reflejo de la parábola del óbolo de la viuda”.
“Considero significativo —indicó—, que la mayoría de nuestros donantes en Brasil son personas de escasos recursos. La donación promedio en Brasil es de alrededor cuatro euros, y muchos de estos benefactores son personas que viven en favelas, luchando por sobrevivir y haciendo grandes sacrificios para apoyar a ACN”.
Sin embargo, en la entrevista divulgada por ACN, Lynch alertó que aunque “los católicos siguen siendo alrededor del 60 al 65%” de la población brasileña, cada año ese porcentaje disminuye, pues los fieles abandonan la Iglesia para ingresar a las sectas evangélicas.
“Además, hay mucha violencia relacionada con el narcotráfico. Visité algunas zonas muy empobrecidas de São Paulo, donde ni siquiera la Policía se atreve a entrar. No obstante, me impresionaron profundamente los nuevos movimientos eclesiales que operan en estas áreas, compuestos por laicos consagrados y sacerdotes que viven en las favelas y que desempeñan un papel fundamental en la evangelización”, señaló.