El Cardenal Gérald Cyprien Lacroix, Arzobispo de Quebec (Canadá), afirma que el objetivo del Sínodo de la Sinodalidad no es “tratar cuestiones doctrinales”, sino ver “cuál es la forma de discernir” para aprender a “caminar juntos”.
En una rueda informativa desde la Oficina de Prensa de la Santa Sede tras las reuniones matinales del Sínodo, el purpurado señaló que la finalidad de esta Asamblea es aprender “a discernir y a caminar juntos” de manera que “el modo de vivir de la Iglesia pueda radicarse en nuestra forma de ser”.
“El objetivo de este Sínodo no lo tiene la doctrina. Queremos ver cuáles son nuestras aptitudes y aprender a discernir” para saber “cómo podemos encarar todas estas cuestiones al volver a casa. Es un Sínodo sobre el caminar juntos. No se trata de remarcar temas específicos”, recalcó.
Señaló, además, que “este momento que estamos viviendo es un momento de continuidad del Concilio Vaticano II, que remarcó una y otra vez la importancia de la Iglesia como pueblo de Dios”.
El cardenal canadiense se refirió al Papa San Juan XXIII como “un profeta” y subrayó que “la época que estamos viviendo con este Sínodo nos hace ir adelante en este sentido”.
Más tarde, puntualizó que el Sínodo de la Sinodalidad permite a sus miembros “estar más juntos para discernir lo que el Espíritu dice hoy”.